Regalar flores siempre es una buena elección. Sin embargo, debemos saber que tipo de ramo escoger en cada ocasión.
Por eso, podemos seguir los consejos que ha creado Mujer Hoy, una sencilla guía que hará que la elección sea mucho más fácil.
Asegúrate de que la persona a la que le vas a regalar flores no es alérgica a ninguna planta. Puede parecer una obviedad, pero es clave para que el detalle más bonito se transforme en un completo desastre.
Si es posible, averigua cuáles son las flores favoritas de la persona que recibirá el ramo. A las mujeres les gusta recibir flores pero si además, son sus favoritas, el éxito estará asegurado.
Intenta no elegir flores con un perfume demasiado fuerte, ya que pueden perfumar demasiado el ambiente del lugar en que se las coloque. Es necesario prestar atención a este detalle cuando decidamos llevar flores a los anfitriones de una comida o una cena, ya que el aroma podría confundirse y devaluar el de los platos que se van a servir.
Si se regalan flores (ya sea que se entreguen personalmente o se envíen por un servicio de mensajería) es bueno acompañarlas siempre con una tarjeta. El mensaje podrá breve o extenso según lo que se desee comunicar, pero siempre debería ir acompañado de un nombre y una firma. Así se evitara algún malentendido que puede surgir de un regalo anónimo.
Para celebrar un aniversario de boda (o de noviazgo), nada mejor que las rosas rojas, símbolo del amor y la pasión. Una buena opción es elegir el número de flores que compondrán el ramo en función de los años que se celebran.
Si desea hacer a su pareja un regalo sin tener algún motivo en particular, ya sea para felicitarla por su éxito profesional o para subirle el animo, una de las flores más románticas y que, además, con su perfume, llenan de vitalidad y optimismo son las violetas.
Si celebras el cumpleaños de tu madre lo mejor es elegir los lirios, símbolo de pureza y amor incondicional.
Si quieres desear amor, felicidad y prosperidad a una novia que está a punto de casarse, se puede optar por las orquídeas, que además de reflejar la pureza y la belleza de la novia, son símbolo de eternidad en las relaciones.